Esos malditos bichejos que podemos encontrar en nuestros muebles antiguos que queremos restaurar pueden suponer un problema presente y futuro.
¿Qué bichos están atacando mis muebles?
La mejor manera de librarnos de ellos es identificándolos para aplicar el mejor de los tratamientos posibles.
Existen diferentes tipos de xilófagos (insectos de la madera), cada uno de ellos con sus características. En algunos casos, estos insectos pasan desapercibidos hasta que ya es demasiado tarde, así que la prevención se convierte en nuestro mejor aliado. Link para pedir presupuesto para mantenimiento de muebles o productos.
Quizás hemos dejado entrar en casa a un mueble infestado de bichos que busquen alimento en otros muebles de la casa, o lo que es peor, en partes de la estructura de nuestro hogar.
Pero no nos pongamos agoreros. Sigamos viendo qué podemos esperar de cada uno de esos malditos bichos.
Los individuos adultos no suelen ser los que causan más desperfectos en nuestro mueble. Las larvas se alimentan de la madera creando túneles debilitando la consistencia de la madera.
Cómo identificar a nuestros bichos
Para identificar a esos malditos bichejos puede ser sencillo, en caso de tener un ejemplar adulto, basta con compararlo con alguna foto que tengamos, pero esto no suele ser lo más habitual.
Las larvas son muy difíciles de identificar, y más aún si no somos expertos en la materia.
Tipos de insectos de la madera
Esos malditos bichejos tienen nombre y apellidos. Están fichados y tenemos sus fotografías.
Termitas. Las termitas son consideradas el peor de estos insectos y una autentica plaga. Quizás no por su tamaño, pero si por la cantidad de ataques, número de individuos… Existen diferentes tipos: termitas de la madera húmeda, termitas de la madera seca y termitas subterráneas. Los hábitos y la forma en la que atacan a la madera son diferentes.
Uno de los principales problemas planteados por estos bichos de la madera es que son detectados cuando ya no hay solución. Huyen de la luz, por lo que no son fáciles de ver, y su presencia es solo patente cuando la madera ya se ha desmoronado o deshecho, y en algunas ocasiones por un rastro terroso pegado a las paredes, techos o cornisas.
Proliferan especialmente en ambientes húmedos y sin ventilación.
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Carcoma. Es la larva de carcoma la que realmente come una cantidad de madera considerable. Empieza desde dentro, por ello es complicado detectar una plaga de carcoma en un primer momento. Es el adulto el que finaliza el agujero y finalmente sale al exterior. Los tipos de carcoma más extendidos en España son los anóbidos, líctidos y cerambícidos.Los restos que dejan a su paso se conocen como quera.
Avispa de la madera. Se trata del más llamativo de estos insectos ya que puede medir hasta 5 cm. Las hembras depositan las larvas en la madera, y estas junto con la ayuda de hongos la digieren.
Gorgojo. Normalmente de color marrón. La larva tarda entre 6 meses y 1 año en transformarse (aunque puede estar hasta 3 años excavando), periodo durante el que se alimenta de la madera, normalmente podrida y húmeda.
Taladro de la madera. Al igual que la carcoma, el bicho taladro deposita los huevos en grietas de la madera, y es la larva la que se alimenta de esta. El insecto es bastante más grande que la carcoma, aunque la principal forma para diferenciarlos es el tipo de agujero que deja en la madera. En lugar de ser redondo es bastante irregular.
Hormigas carpinteras. A diferencia de los insectos anteriores, la hormiga de la madera, no se alimenta de madera, es decir, no es un insecto xilófago. Sin embargo, sí que creemos que debería estar en el presente listado, ya que la perfora para realizar sus nidos.
Por tanto, las hormigas carpinteras, pueden también debilitar estructuras hechas de este material al construir sus galerías, túneles y nidos.
Son mucho más fáciles de identificar que el resto de insectos. No solo por tener una forma y color relativamente más conocidos, también porque al excavar expulsan las virutas al exterior y porque necesitan salir para alimentarse.
Tratamientos para acabar con ellos
La elección del producto o tratamiento depende en gran medida de insecto en cuestión. Cuando sabemos qué insecto es e informando al profesional de cuestiones como el tamaño del agujero dejado por el insecto, restos que deja, posibles larvas, etcétera, se decidirá por el producto apropiado.
Hay productos que se utilizan de manera localizada, superficialmente, que pueden aplicarse siempre teniendo en cuenta las indicaciones del fabricante. O también a presión, para los que se precisa equipamiento específico y es mejor dejarlo en manos de un profesional.
Cuando la infestación o plaga de insectos de la madera es mayor y no puede tratarse localmente es necesario recurrir a la fumigación. Método más caro y agresivo cuyo objetivo es acabar con la infestación actual, pero no previene futuras plagas.
En algunas ocasiones la fumigación se utiliza de forma controlada y en recintos cerrados. Suele ser una de las técnicas utilizadas para acabar con insectos de la madera en obras de arte, antigüedades, etc. En el caso concreto de las termitas, el insecto más preocupante, están funcionando bastante bien los cebos (si quieres saber más sobre este sistema haz clic aquí).
Previene, es mucho mejor
Esta se basa en el mantenimiento de la madera, que aunque es sencillo, tener que realizarlo periódicamente puede resultar pesado. Se basa en evitar que la madera se pudra, no solo renovando acabados, también evitando que entre en contacto con elementos que faciliten el proceso de putrefacción (directamente con la tierra, agua estancada…).
Además, es conveniente mantenerla limpia y sin fisuras. Esto evitará que algunos de estos insectos puedan depositar sus huevos.
TERMICOR es una gran opción para acabar con esos malditos bichejos.